Este templo amerita la atención de quien visite Durango, ya que se construyó en 1640 en la parte más alta del Cerro de los Remedios, un sitio sagrado para los indígenas tepehuanos.
Este templo se caracteriza por la sobriedad y sencillez de sus formas, sus muros apenas se rompen con la presencia de pequeñas ventanas y un modesto portón de medio punto. En el interior podrás apreciar una de las primeras imágenes de la Virgen de los Remedios que llegó a Durango procedente de la Vieja España.