Con la finalidad de explotar el rico yacimiento de hierro del Cerro del Mercado, a mediados del siglo XIX se estableció una fundidora de hierro que aprovechaba el agua del Río Tunal y el carbón vegetal que se obtenía en las laderas de los cerros cercanos.
La Hacienda adoptó su nombre Ferrería, que era una palabra utilizada desde la época de los españoles, se le ocupaba para referirse principalmente a los que utilizaban materiales de fierro para obtener metal, desde entonces es una de los edificios más valiosos del estado.
La fundidora dejó de ser rentable cuando aparecieron otras que trabajaban con carbón mineral.
La Ferrería pasa a Don Juan Nepomuceno Francisco Flores y Alcalde, gran terrateniente del Estado de Durango, con el fin de que dicho inmueble desempeñara la función de casa habitación para los ingenieros que trabajaban en la fundidora. En 1886, a la muerte de Don juan la hacienda pasa a manos de su sobrino Juan Manuel Flores Flores, quien la nombre “Ferrería de las Flores” .
En 1986 el Gobierno Estatal expropia el casco de la Ex Hacienda y la restaura.
Actualmente, el inmueble ha vuelto a abrir sus puertas al público fungiendo como salón de renta para eventos y como museo; mientras las ruinas de la fundidora se transformaron en un bello paraje ecoturístico.
Te invitamos a agendar una visita guiada sin ningún costo.
Horario: Martes a Domingo 9:00 am – 6:00 pm
Disposición dependiendo de la agenda. Visita guiada previa cita, recorrido de una hora aproximadamente, cupo máximo 10 personas