Construida entre los 1723 y 1734 como una sencilla capilla, la edificación se agrandó hacia fines del siglo XVIII y fue restaurada en el siglo XIX y a principios del XX.
Este templo se dedicó a las monjas capuchinas y consta de una portada de estilo barroco de gran sobriedad y portada monjil, que exhiben una interesante decoración en sus columnas que separan las dos puertas; remates a base de roleos con cierto aire del estilo barroco austero.
Este templo esta dedicado a la Sagrada Familia.